Heroica victoria de la Rojita
Chile dio el golpe en el debut del Sudamericano Sub 20 de Argentina, al derrotar al cuadro dueño de casa por 1-0 y con dos hombres menos.
La "Rojita" dio el gran golpe del Sudamericano que entrega cupos para el Mundial de Turquía, puesto que con golazo de Nicolás Castillo y con dos hombres menos derrotó por 1 a 0 a Argentina, en encuentro del Grupo A disputado en el Estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza.
Fue un comienzo para comerse las uñas, ya que la "Rojita" no atinaba en la marca defensiva, donde Lichnovski mostraba nerviosismo y a sus compañeros también les "quemaba" el balón. Para qué decir de lo mal que jugaban los volantes, donde el talentoso Rabello no agarraba el balón y arriba no llegaba la pelota. Todo era el toque y la velocidad de Argentina. En suma, sólo había que esperar en qué minuto llegaba el gol de Centurión o Iturbe, quienes eran problemas insolubles para la zaga chilena. Pero este equipo de Mario Salas comenzó a sacar fuerzas de flaqueza y a llegar. Anunció Rubio, que lo perdió en la boca de arco. No así el Nico Castillo, quien con golpe de cabeza abrió el marcador a los 21, luego de un centro preciso de Rabello.
Ahora la "Rojita" no sólo luchaba con amor propio y no escatimaba esfuerzos por luchar todos los balones; todo era correr y meterle, pero también jugar.
Así, con el correr de los minutos esa Argentina que era todo vértigo, buen fútbol y punzante, se fue apagando y haciendo cada vez más grandes a los chilenos. Pero en la cancha estaba el árbitro brasileño Ricci, quien llenó de amarillas a la "Rojita" y, por lo mismo, Fuentes se fue expulsado a los 43' por doble amarilla.
Con un hombre menos, la "Rojita" igual pudo aumentar, pero luego del centro de Nico Castillo, Diego Rubio no le dio bien y se perdió la gran ocasión.
Por cierto, eso fue todo en cuanto al ataque, puesto que a los 72' el brasileño expulsó a Bravo. Ahí con dos hombres menos, todo fue defenderse y dejar pasar los minutos, pero el reloj no corría y Argentina atacaba por todos los frentes, sin poder entrar al área chica, ya que los zagueros chilenos no cometieron errores. Mientras, Maturana se perdió solito el 2-0. Ahí se derrumbaba el estadio.
Fue un comienzo para comerse las uñas, ya que la "Rojita" no atinaba en la marca defensiva, donde Lichnovski mostraba nerviosismo y a sus compañeros también les "quemaba" el balón. Para qué decir de lo mal que jugaban los volantes, donde el talentoso Rabello no agarraba el balón y arriba no llegaba la pelota. Todo era el toque y la velocidad de Argentina. En suma, sólo había que esperar en qué minuto llegaba el gol de Centurión o Iturbe, quienes eran problemas insolubles para la zaga chilena. Pero este equipo de Mario Salas comenzó a sacar fuerzas de flaqueza y a llegar. Anunció Rubio, que lo perdió en la boca de arco. No así el Nico Castillo, quien con golpe de cabeza abrió el marcador a los 21, luego de un centro preciso de Rabello.
Ahora la "Rojita" no sólo luchaba con amor propio y no escatimaba esfuerzos por luchar todos los balones; todo era correr y meterle, pero también jugar.
Así, con el correr de los minutos esa Argentina que era todo vértigo, buen fútbol y punzante, se fue apagando y haciendo cada vez más grandes a los chilenos. Pero en la cancha estaba el árbitro brasileño Ricci, quien llenó de amarillas a la "Rojita" y, por lo mismo, Fuentes se fue expulsado a los 43' por doble amarilla.
Con un hombre menos, la "Rojita" igual pudo aumentar, pero luego del centro de Nico Castillo, Diego Rubio no le dio bien y se perdió la gran ocasión.
Por cierto, eso fue todo en cuanto al ataque, puesto que a los 72' el brasileño expulsó a Bravo. Ahí con dos hombres menos, todo fue defenderse y dejar pasar los minutos, pero el reloj no corría y Argentina atacaba por todos los frentes, sin poder entrar al área chica, ya que los zagueros chilenos no cometieron errores. Mientras, Maturana se perdió solito el 2-0. Ahí se derrumbaba el estadio.
