El proyecto fue presentado por la Agrupación Juvenil y Ecológica Ecoclub Salamanca al Fondo "Juntos Crecemos Más" de Minera Los Pelambres y se encuentra en pleno proceso de ejecución
Un importante proyecto educativo-cultural se encuentran desarrollando los niños y jóvenes que participan en el Ecoclub de Salamanca, tras haber sido favorecidos con recursos del fondo "Juntos Crecemos Más" que Minera Los Pelambres otorga a proyectos de connotación social y cultural que promuevan un mayor desarrollo para la zona. El fondo, que surgió hace un par de años con el fin de mejorar la calidad de vida de las diversas comunidades vecinas a la faena de la compañía minera en la Región de Coquimbo, ya ha beneficiado a diversas organizaciones comunitarias. Uno de ellos fue la "Agrupación Juvenil y Ecológica Ecoclub Salamanca", que cuenta con personalidad jurídica y que fue creada el año pasado por quienes han venido acompañando el proceso de instalación de los Ecoclubes en Salamanca, en donde se encuentran los directivos y docentes de los establecimientos educacionales, los padres y apoderados de los jóvenes participantes y profesionales del Instituto del Medio Ambiente –IDMA.
Jorge Espinoza, Coordinador Provincial del Proyecto Ecoclubes Choapa, y quien apoyó la realización del proyecto señaló que "la Agrupación Juvenil y Ecológica Ecoclub Salamanca", postuló al fondo "Juntos Crecemos Más", con un proyecto educativo-cultural que tiene como finalidad rescatar la identidad y el patrimonio cultural y ambiental de cada uno de los sectores en donde están alojados nuestros Ecoclubes, como de La Higuerilla, Coirón, ChillepÍn, Cuncumén, y el área urbana de Salamanca".
El proyecto denominado "Diversidad Cultural: Aprendiendo a Conocer y Valorar Nuestras Raíces" tiene un enorme valor cultural y patrimonial, pues tiene como objetivo "rescatar las historias e imágenes que son parte de la idiosincrasia local y de la riqueza humana de Salamanca", a través de la investigación, registro, sistematización, difusión y resguardo del patrimonio cultural local, y que se divide en Patrimonio Cultural Tangible Mueble, como objetos de tipo histórico que generalmente se conservan en museos; Patrimonio Cultural Intangible, como edificaciones o conjuntos arquitectónicos; Patrimonio Cultural Intangible, como la lengua, los ritos religiosos y creencias mágicas y el Patrimonio Natural, en donde se destacan los monumentos naturales de gran valor estético, como las formaciones geológicas y los lugares y paisajes naturales, entre otros.
Jorge Espinoza, explicó que luego del trabajo de investigación por parte de los niños y jóvenes de los Ecoclubes, un profesional –contratado para tal efecto- sistematizará la información generada por los propios jóvenes y lo traducirá en un manual que pretende transformarse en un insumo educativo para los propios niños de la comuna,
Para el Coordinador del Proyecto Ecoclubes, la iniciativa también permite desarrollar relaciones muy potentes, pues "en el proceso de investigación los niños logran relacionarse más directamente con los dirigentes sociales, pero también con los adultos mayores, lo cual favorece una interacción con los suyos, además de generar un conocimiento local, algo que por esta sociedad global y de acceso a la tecnología, se ha ido perdiendo".
Uno de los espacios locales que los jóvenes han visitado y pretenden rescatar es el Cerro Chico, pues aún cuando es parte del patrimonio natural de la zona de Salamanca al mantener rocas con petroglifos, hay un descuido evidente y falta de valoración histórica de parte de la propia comunidad, al mantenerlas rayados con grafitis. Otro de las áreas que los jóvenes pretenden rescatar y resguardar es la que tiene que ver con la cultura popular y las fiestas tradicionales, al igual que los oficios y personajes locales.
El proyecto "Diversidad Cultural: Aprendiendo a Conocer y Valorar Nuestras Raíces" desarrollado por el Ecoclub de Salamanca partió en febrero, y desde esa fecha todos los actores involucrados, jóvenes, profesores, apoderados, dirigentes, adultos mayores y profesionales del IDMA, han ido nutriéndolo de diversas maneras, incluso rescatando fotografías antiguas y recortes de prensa que sirvan para dar cuenta de los cambios experimentados a nivel social y cultural.
El proyecto concluye en el mes de junio con la entrega del manual que se encuentran preparando los niños para ser distribuidos tanto en las escuelas participantes del proyecto, como en la Biblioteca y el Centro Cultural de Salamanca, y de esa manera contribuir a difundir y preservar las costumbres, el patrimonio y la propia identidad local.
